La primera sorprendida fue su madre. Una mañana, cuando él tenía catorce años, le dio los buenos días con esa voz profunda y sedosa que ella nunca le había escuchado, su niño se había convertido en un hombre. Ella fue la primera que lloró. Y no fue la única. La seductora, romántica, sugerente y sedosa voz de Barry conquistó millones de oídos y corazones. Ayudó a muchos a enamorarse y a otros tantos a revivir el amor.
Hoy 4 de julio lo recordamos, en el décimo aniversario de su fallecimiento.
¡Amamos a Barry White! Lo traemos con Just the way you are, original de Billy Joel.
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