Louis Armstrong, photo by Herb Snitzer |
El mundo es, sin duda, aún más maravilloso desde que un día como hoy en 1901, llegó a habitarlo el hombre de la sempiterna sonrisa, el carismático hombre de la boca en forma de cucharón. Que empezó tocando la trompeta para después regalarnos esa voz de arena grave, profunda, desgarradora y hermosa. Un día como hoy, al mundo le nació Louis Armstrong, un transformador del jazz que se quedó para siempre aquí, inolvidable.
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