jueves, 2 de octubre de 2014

Bola de Nieve





A la tía abuela Mamaquica los santos le comunicaron que su nieto, un niño bolita de amplia sonrisa, tenía que estudiar música. Benditos los santos de Mamaquica, benditos sus babalaos. Alabados sean su abuelo mayombero de Guanabacoa y su mamá Inés. El niño bolita se llenó de magia y luz y se convirtió en una generosa Bola de Nieve. Su luz sigue aquí brillando, entrañable y eterna, aunque él ya no esté aquí. 



A Ignacio Jacinto Villa, Bola de Nieve, a 43 años de su muerte.