miércoles, 23 de julio de 2014

Aunque sea de jade se rompe

Amy Jade Winehouse Foto: Bryan Adams
Amy Jade Winehouse
Foto: Bryan Adams




Tres años sin Amy, el Jade se rompió. La voz se le fue quebrando, tenía el corazón roto y enamorado de un maleante, la nariz agonizante, el hígado masacrado, la mente en otro lado. La Diva del Soul perdió las numerosas batallas que la atormentaban: contra el desamor, contra las drogas, contra el alcohol, contra la ansiedad y seguramente contra muchas otras cosas más. Murió sola, al parecer ahogada en alcohol, en su apartamento de Camden el 23 de julio de 2011. Ese fue, sin duda, un día negro para la música.


domingo, 13 de julio de 2014

El vuelo de la paloma


Un día como hoy, en 1954, la paloma estrenó alas y salió volando hacia el más allá. Voló liberada. Dejaba por fin de sufrir el terrible dolor de un cuerpo cansado y roto. Su amado elefante, con el alma en un hilo, le dijo adiós. Miró a su alrededor, el nido azul se había quedado vacío. Y entre tanto silencio el corazón se le quebró.

Antes de irse, Frida nos regaló este último cuadro:
¡Viva la vida! Coyoacán, México, 1954.
Fotos: Frida en Xochimilco, Fritz Henle, 1936. Frida Kahlo y sus perros, Gisèle Freund, 1948. Diego y Frida (autor desconocido)
Texto: Lola Zavala

sábado, 12 de julio de 2014

Neruda en el corazón


Celebramos que un día como hoy, hace 110 años, nos nació Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, quien más tarde sería nuestro más querido poeta: Pablo Neruda. ¡Qué regalo más grande su vida! ¡Qué obsequios más preciados sus letras! Pablo nos tejió abrigos para el alma, para el amor, para amarnos, para querernos... 
Neruda, a sangre y fuego, tatuado para siempre en nuestros corazones.

"No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.
Te quiero sólo porque a ti te quiero,
te odio sin fin, y odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero
es no verte y amarte como un ciego.
Tal vez consumirá la luz de Enero,
su rayo cruel, mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.
En esta historia sólo yo me muero
y moriré de amor porque te quiero,
porque te quiero, amor, a sangre y fuego."

Soneto LXVI / Pablo Neruda